Discriminación por Edad
La discriminación por edad implica trato desigual o prejuicio basado en la edad de una persona, afectando tanto a los jóvenes como a los mayores y limitando sus oportunidades y derechos. Ejemplos incluyen no contratar a alguien porque es demasiado joven o demasiado viejo, asumir que las personas mayores no pueden aprender nuevas tecnologías o excluir a jóvenes de ciertas oportunidades laborales o educativas. La Declaración de los Derechos Humanos de las Personas Mayores establece que "las personas de edad avanzada deben disfrutar de los mismos derechos humanos y libertades fundamentales que las demás personas" (Naciones Unidas, 1991).